La Hojarasca - Gabriel Garcia Marquez (Resumen completo, Análisis y Reseña)

En esta ocasión traemos un resumen, análisis y reseña del libro, novela u obra literaria del escritor Gabriel Garcia Marquez, quien fue ganado del premio Nobel de literatura (unico en su país).

Haremos un resumen completo, el cual incluye personajes principales y análisis literario de la obra.

Tabla de contenido
  1. Personajes principales
  2. Personajes secundarios
  3. Resumen completo
  4. Resumen en video
  5. Análisis de la obra

Personajes principales

-El Cachorro: Fue un civl, participe en una guerra, por diferentes acontecimientos se convirtió en sacerdote, todo era parte de una mentira, la cual no duró mucho; Es un anti-Católico, protector de un Ateo que no es apropiado en tanto su forma de ser y de actuar, no se deja influenciar por Religiones, Costumbres o ritos, Es más relajado en cuanto se refiere a esto.

-El coronel: Por decirlo así la figura Autoritaria del lugar.

-Martin(Esposo de Isabel): Una persona Astuta, aprovechada que logra recibir el apoyo y la creencia de la gente haciendo uso de habilidades Típicas de una persona como él además de mentir para conseguir lo que se propone; Entre las cosas propuestas por este personaje que se han podido evidenciar a lo largo de esta historia es por ejemplo la razón de que este desposara a Isabel, todo tenía un fin de beneficio para el mismo y a su vez para llevar a cabo sus cometidos para logar esto necesitaba la confianza del general, entre muchas otras más.

-El Doctor: En si se podría decir que la historia gira entorno a este personaje, En su muerte y todo lo ocurrido posterior a esto; Este personaje a lo largo de la historia se pudo evidenciar que la causa de su muerte fue tanto el cargo de conciencia como La manera en la que el quería ser reconocido por el pueblo mismo.

-El niño y su Mejor amigo: Siempre desconfiados, Mostrando temor y de alguna manera miedo por lo que pudiera ocurrir en Macondo, desde antes de la muerte del doctor hasta lo que transcurrió después de este hecho.

Personajes secundarios

-Adelaida: Una madrastra, apezar de esto muy buena madre sustituta para Isabel.

-Lucrecia: Una buena mujer, con buen corazón y de pensamientos limpios, pero cuando era necesario, sacaba a la luz su carácter fuerte.

-Trickster: Una persona sociable Siempre haciéndose participe de las actividades típicas Folclóricas, es por decirlo así entrometido e involucrado en mucho.

Resumen completo

La hojarasca, trata de la historia del entierro de un hombre, un médico misterioso y odiado, al que sus vecinos quieren dejar insepulto. Al mismo tiempo es la historia del odio acumulado durante veinticinco años en Macondo, un lugar llamado a ser, pocos años después, famoso en el mundo entero.

La obra comienza con la muerte de un médico innominado, que cayó en desgracia con el pueblo de Macondo y que un buen día decidió ahorcarse, para mostrarse por primera vez, como dice Gabo, "cómodamente muerto", en el velatorio del doctor del pueblo.

La historia es narrada a través de los monólogos de tres personajes de una misma familia: un viejo coronel (el abuelo), Isabel (hija del coronel), y el hijo de Isabel.

A través de los ojos del niño, te puedes pasear por los fríos y tristes alrededores de la muerte y del velatorio (la muerte de una persona y su cortejo, la muerte del pueblo y su procesión); los mismos ojos te cuentan el ocaso del pueblo; fundidas sus riquezas y apagado su esplendor por las guerras y las crisis; esas mismas que llenaron las calles y las casas de "una hojarasca formada de desperdicios naturales y humanos".
De pronto, llegó la compañía bananera perseguida por “la hojarasca”(era una hojarasca revuelta, alborotada, formada por los desperdicios humanos y materiales de los otros pueblos: rastrojos de una guerra civil que cada vez parecía más remota e inverosímil.) La hojarasca era implacable, contaminando todo de su revuelto olor multitudinario, olor de secreción a flor de piel y de recóndita muerte.
En el texto coexisten dos fuerzas antagónicas e irreconciliables que presentan dos visiones del mundo, igualmente opuestas. "Nosotros", paradigma del orden (conformado por las familias fundadoras de Macondo y representado por la figura mítica del Coronel), tiene como oponente al cantante "hojarasca" (formado por los desplazados de las guerras civiles alentados por la oportunidad de trabajo que abre la llegada de la compañía extranjera a Macondo), paradigma de lo entrópico que instituye nuevos héroes contradictores de los valores occidentales y lleva a cabo un proceso de organización desintegradota.

Todo enmarcado dentro de un proceso de evolución histórica de la región del norte-costera de Colombia, basado en la "eliminación del elemento autóctono y en la importación de población nueva. Como resultado obtenemos una sociedad básicamente compuesta por gente recién llegada “ los recién llegados” ( expresión aparece en el prólogo de la novela) y un sincretismo cultural y racial que genera esa visión del mundo completamente nueva y original. La Hojarasca nos muestra, la ideología de un patriciado liberal en crisis es, en apariencia, el punto de vista ideológico que organiza el desarrollo del relato, pues el verdadero propósito de la novela es la "representación-evaluación" del advenimiento (¿de la postergación?) de la modernidad en Colombia. El elemento responsable del sentido en el texto de la novela, es una formación social que enmarca el desarrollo histórico de la región caribeña colombiana dentro de la caracterización de Pueblo Nuevo y la opone a la de los "Pueblos Testimonios" de la región Andina. Esta formación social implica, como ya se dijo, la eliminación-obliteración de la población autóctona y la importación de mano de obra esclava, en primera instancia, y luego, asalariada, producto de los flujos migratorios tan importantes en la conformación de todas las sociedades del Caribe. En la novela, esta formación social se ve a través de tres articuladores semióticos: la figura del extranjero, la desaparición de Meme y la deshumanización de los guajiros, y a través de la técnica del metarrelato o relato espejo. Macondo, pueblo reciente conformado por recién llegados (solo tiene unos 30 años, la edad de Isabel) y el propósito último de la novela es precisamente mostrar ese origen cercano, esa "novedad" y su evolución. La intención del autor probablemente es buscar su origen, escudriñar su identidad, responderse a la pregunta: ¿De donde vengo? "De extranjeros, de recién llegados", parece ser la respuesta. Por eso son ellos los dinamizadores de la trama de la novela. El relato gira en torno al extranjero médico; el liderazgo en el pueblo es ejercido por el cachorro, otro recién llegado; Martín ejerce singular atracción sobre las mujeres de Macondo, e incluso, sobre el coronel; el coronel mismo es un recién llegado. Las uniones en el pueblo de las que tenemos conocimiento se dan siempre con extranjeros: Meme-Médico, Isabel-Martín, Genoveva-Titiriteros, signo inequívoco de la tendencia integracionista y de la tendencia al sincretismo de las sociedades caribeñas.

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En el texto aparece una semiótica referida a lo foráneo como elemento integral y constitutivo de Macondo: "La hojarasca volteó y salió a recibirlo y con la vuelta perdió el impulso, pero logró unidad y solidez; y sufrió el natural proceso de fermentación y se incorporó a los gérmenes de la tierra."

Si uno de los rasgos de los pueblos contiguos al mar Caribe fue el extermino casi total de la población autóctona, nos preguntamos por qué aparecen indígenas en un texto que pretende erigirse como imagen especular de la región donde se desarrolla; y, adicionalmente, y aún más intrigante: ¿Por qué guajiros? Cabe recordar, señalar que "el contacto de los españoles con la población indígena, tuvo drásticos efectos sobre ésta" y como el mismo autor continúa diciendo "los indígenas fueron reemplazados por negros traídos de las antillas y del Africa, con lo cual se incidía en la modificación de la encomienda como sistema de producción ante la impresionante desaparición de los indígenas."

En el texto se convierte este proceso de exterminio a partir de un articulador semiótico: la desaparición de la india Meme y su descendencia. Este, a su vez, se articula discursivamente a través de la oposición del discurso oficial del extranjero "causante del exterminio": "en cuanto a Meme nos dio una explicación que habría podido parecer pueril, pero que fue dicha por él con el mismo acento con que habría dicho su verdad. Dijo que Meme se había ido, eso era todo". Así, a través del discurso no-oficial portado por un pasquín: "Pero en el pasquín que apareció en esta esquina se decía que el médico asesinó a su concubina y le dio sepultura en el huerto"

En la obra se utiliza la técnica del dato escondido, en cuanto a la descendencia indígena, es decir, "narración por omisión o por omisiones significativas, silenciando temporal o definitivamente ciertos datos de la historia para dar más relieve o fuerza narrativa a esos mismos datos que han sido momentánea o totalmente suprimidos", principio de organización narrativa muy apropiado para este caso, pues el discurso oficial, el del extranjero, es el que oculta y omite el dato: "Dígame una cosa, doctor: ¿Qué fue de la criatura? El no modificó la expresión: ¿Qué criatura, coronel?", "Tiene razón, coronel. Hasta me había olvidado de eso", con esto, el autor y su región, se explican, se piensan. Sin embargo, aún queda por resolver el hecho más intrigante en este sentido: ¿Por qué guajiros? La respuesta parece residir, en mi opinión, en una formación social mucho más específica que se presenta en el departamento del Gran Magdalena, una de las subregiones de la costa Caribe colombiana, compuesta hasta los años sesenta por las regiones del Magdalena, La Guajira y El Cesar, territorios sobre los cuales la ciudad de Santa Marta ejercía importante influencia como capital. Según Adriana Mercedes Corso, "las actividades administrativas de la gobernación, las sesiones de la Asamblea Departamental, la oferta de servicios financieros (v. gr. la Caja Agraria) para esos territorios se realizaban en Santa Marta y se ofrecía educación de calidad en el Liceo Celedón, claustro en el cual se formaron muchos cesarenses y guajiros." Producto de esa situación de primacía, encontramos una formación ideológica que señala la superioridad de los samarios y la inferioridad de los guajiros, tendencia xenofóbica que señala la categorización de vasallos para los últimos y señores para los primeros. Es por eso que el pueblo ve con 'malos ojos' la actitud de Meme de pretender ser una señora y está a punto de apedrearla: "Meme se había presentado a la iglesia, adornada como una cualquiera elevada a la categoría de señora". Y por eso Isabel la ve "vestida más como un pesebre de navidad que como una señora"

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La estructura ideológica se refleja en la obra a partir de la deshumanización de los guajiros vasallos del Coronel. Así, para Isabel son "animales amaestrados en un circo" , para el niño "cuatro cuervos en un caballete" y para el Coronel, una posesión, por eso los llama "mis hombres" . Como señala Vargas Llosa, los guajiros "apenas son personas: meras presencias, se confunden con las vigas, con el catre solitario, con el ataúd."

El relato espejo:

La parte mas importante de la mise en abime de la región caribeña hecha por el autor esta en la narración hecha por el niño. La pregunta obligada parece ser: ¿Por qué es el niño quien inicia y termina narrando en La Hojarasca, si el desconoce en su mayoría los datos de la historia? Mi hipótesis se orienta a que la inserción de su narración no tiene nada que ver con la historia del doctor narrada por los otros dos personajes, y a que, más bien, estamos en presencia de un metarrelato o relato espejo que pretende ser una explicación, una revelación del propósito central de la novela: la formación de un pueblo nuevo o pueblo caribeño. Los monólogos del niño son la representación de un despertar, de una iniciación: "Por primera vez he visto un cadáver", "He pasado frente al espejo de la sala y me he visto de cuerpo entero", "...Y he pensado: ese soy yo, como si hoy fuera domingo". El niño aparece, entonces, como símbolo de ese pueblo naciente, nuevo, inocente, en proceso de aprendizaje. Un pueblo sin pasado mítico y sin conciencia de futuro. De ahí que la narración del niño se desarrolle casi siempre en presente. Si bien el personaje que tiene relación con el Mersault de Camus es el médico, el discurso existencial aflora, de manera explícita, en los monólogos del niño como signo inequívoco de esa búsqueda identitaria, de esa filosofía del ser. García Márquez, al igual que Hector Rojas Herazo, poeta y compañero del grupo de Cartagena, "sigue la línea heidegeriana del existencialismo ateo en la que el ser no se concibe de modo indirecto por vía del pensamiento intelectivo sino tan solo directamente revelándose al hombre a través de su existencia personal". Como en el autor sucreño, el conocimiento del mundo se hace a través de los sentidos así lo vemos en frases como : "veo que tienen la cabeza acerada y un pañuelo amarrado a la mandíbula.", "veo que tiene la boca un poco abierta" , "Y sentí ese olor a desperdicios" , "y oigo a lo lejos el pito del tren que se pierde en la última vuelta", "Yo conozco los cuartos por el olor". La aparición del discurso existencial se explica, "en razón a una formación ideológica asociada al centralismo como actitud dominante en Colombia desde la década del 40 que de acuerdo con Jacques Gilard, se mostraba 'inmune a las disonancias de unas periferias cuya existencia no se reconocía sino en dosis homeopáticas' y que a finales de los 40 fue defendida y sustentada por el suplemento literario del periódico El tiempo, por unos años la publicación cultural de más amplia difusión en el país y cuyos colaboradores (Germán Arciniegas, Eduardo Caballero Calderón, entre otros) eran enemigos acérrimos del pensamiento existencialista". El mismo García Márquez corrobora su apego al existencialismo en una entrevista con José Luis Díaz-Granados, al ser consultada su opinión sobre un cuento de éste último: "Está bueno el cuento. Pero no es existencialista." Asi vemos que, la narración del niño se constituye en metarrelato, es decir, relato que habla de sí mismo; en relato espejo que se constituye en 'señal' del texto básico que ayuda a clarificar el propósito central de éste.

Resumen en video

El siguiente es un resumen completo en vídeo del libro u obra la hojarasca del escritor Gabriel Garcia Mrquez.

Análisis de la obra

La novela patenta la emergencia de una visión caribeña sui generis que instituye valores igualmente singulares, en marcada oposición a los valores occidentales fundamentados en la moral cristiana, introduciendo, de paso, un nuevo tipo de figuras "heroicas" que, como lo señala el profesor Avella , no siguen las reglas del juego sino que se juegan la regla.

Finalmente, cabe resaltar que La Hojarasca es obra fundacional del Caribe Colombiano, en tanto se erige como espejo de su evolución histórica a través de la duplicación de las estructuras socio-históricas que dieron origen a ella. El texto presenta, paralelamente, una visión del mundo particular a la región caribeña que emerge desestabilizando e imponiéndose, en definitivas, a la visión aparentemente dominante, la visión del mundo occidental, cristiano-moralista, e instaurando, de paso, un nuevo "panteón heróico" que contraviene los valores y patrones axiomáticos introducidos por esa moral cristiana.

En el texto, este propósito se refleja al establecerse una red semiótica que apunta hacia el realce de lo extranjero, de lo recién llegado, y al rebajamiento de lo autóctono. Del mismo modo se logra a partir de la introducción de la técnica del relato espejo y del discurso existencial y a través de la utilización de héroes investidos de anti-valores, anversos de los arquetipos tradicionales.

La suposición de que Remedios, la bella, poseía poderes de muerte, estaba entonces sustentada por cuatro hechos irrebatibles. Aunque algunos hombres ligeros de palabra se complacían en decir que bien valía sacrificar la vida por una noche de amor con tan conturbadora mujer, la verdad fue que ninguno hizo esfuerzos por conseguirlo. Tal vez, no sólo para rendirla sino también para conjurar sus peligros, habría bastado con un sentimiento tan primitivo, y simple como el amor, pero eso fue lo único que no se le ocurrió a nadie. Úrsula no volvió a ocuparse de ella. En otra época, cuando todavía no renunciaba al propósito de salvarla para el mundo, procuró que se interesara por los asuntos elementales de la casa. "Los hombres piden más de lo que tú crees", le decía enigmáticamente. "Hay mucho que cocinar, mucho que barrer, mucho que sufrir por pequeñeces, además de lo que crees." En el fondo se engañaba a sí misma tratando de adiestrarla para la felicidad doméstica, porque estaba convencida de que, una vez satisfecha la pasión, no había un hombre sobre la tierra capaz de soportar así fuera por un día una negligencia que estaba más allá de toda comprensión. El nacimiento del último José Arcadio, y su inquebrantable voluntad de educarlo para Papa, terminaron por hacerla desistir de sus preocupaciones por la bisnieta. La abandonó a su suerte, confiando que tarde o temprano ocurriera un milagro, y que en este mundo donde había de todo hubiera también un hombre con suficiente cachaza para cargar con ella. Ya desde mucho antes, Amaranta había renunciado a toda tentativa de convertirla en una mujer útil. Desde las tardes olvidadas del costurero, cuando la sobrina apenas se interesaba por darle vuelta a la manivela de la máquina de coser, llegó a la conclusión simple de que era boba. "Vamos a tener que rifarte", le decía, perpleja ante su impermeabilidad a la palabra de los hombres. Más tarde, cuando Úrsula se empeñó en que Remedios, la bella, asistiera a misa con la cara cubierta con una mantilla, Amaranta pensó que aquel recurso misterioso resultaría tan provocador, que muy pronto habría un hombre lo bastante intrigado como para buscar con paciencia el punto débil de su corazón. Pero cuando vio la forma insensata en que despreció a un pretendiente que por muchos motivos era más apetecible que un príncipe, renunció a toda esperanza. Fernanda no hizo siquiera la tentativa de comprenderla. Cuando vio a Remedios, la bella, vestida de reina en el carnaval sangriento, pensó que era una criatura extraordinaria. Pero cuando la vio comiendo con las manos, incapaz de dar una respuesta que no fuera un prodigio de simplicidad, lo único que lamentó fue que los bobos de familia tuvieran una vida tan larga. A pesar de que el coronel Aureliano Buendía seguía creyendo y repitiendo que Remedios, la bella, era en realidad el ser más lúcido que había conocido jamás, y que lo demostraba a cada momento con su asombrosa habilidad para burlarse de todos, la abandonaron a la buena de Dios. Remedios, la bella, se quedó vagando por el desierto de la soledad, sin cruces a cuestas, madurándose en sus sueños sin pesadillas, en sus baños interminables, en sus comidas sin horarios, en sus hondos y prolongados silencios sin recuerdos, hasta una tarde de marzo en que Fernanda quiso doblar en el jardín sus sábanas de bramante, y pidió ayuda a las mujeres de la casa. Apenas había empezado, cuando Amaranta advirtió que Remedios, la bella, estaba transparentada por una palidez intensa.

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-¿Te sientes mal? -le preguntó.
Remedios, la bella, que tenía agarrada la sábana por el otro extremo, hizo una sonrisa de lástima.
-Al contrario -dijo-, nunca me he sentido mejor.
Acabó de decirlo, cuando Fernanda sintió que un delicado viento de luz le arrancó las sábanas de las manos y las desplegó en toda su amplitud. Amaranta sintió un temblor misterioso en los encajes de sus pollerines y trató de agarrarse de la sábana para no caer, en el instante en que Remedios, la bella, empezaba a elevarse. Úrsula, ya casi ciega, fue la única que tuvo serenidad para identificar la naturaleza de aquel viento irreparable, y dejó las sábanas a merced de la luz, viendo a Remedios, la bella, que le decía adiós con la mano, entre el deslumbrante aleteo de las sábanas que subían con ella, que abandonaban con ella el aire de los escarabajos y las dalias, y pasaban con ella a través del aire donde terminaban las cuatro de la tarde, y se perdieron con ella para siempre en los altos aires donde no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria.

Para concluir señalar que La Hojarasca , primera novela de García Márquez, cabe analizarla a la luz de los procesos socio-históricos que configuraron la región caribeña colombiana (modernización, procesos identitarios, de urbanización, de poblamiento) y presentar una lectura sociocrítica de la misma que ilustre la emergencia de una visión Caribe del mundo al lado de la mise en abime de un proceso de transformación socio-económica de un Pueblo Nuevo como elementos estructurantes del relato y como manifestaciones de una manera especular de ver la realidad.

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