FILOCTETES - SOFOCLES (Resumen, análisis y reseña)

En este articulo haremos un análisis de la obra Filoctetes de Sofocles. Para este analisis primero haremos un resumen completo de la obra, el cual incluye los personajes principales y finalmente, haremos un análisis literario a nivel general.

Tabla de contenido
  1. Personajes principales
  2. Resumen completo de la obra
  3. Resumen en video
  4. Análisis literario de la obra

Personajes principales

  • Ulises
  • Neoptomelo
  • Filoctetes
  • Espia que se presenta como mercader
  • Hercules
  • Coro

Resumen completo de la obra

Natural de Magnesia, en Tesalia, acaudilló siete naves. Este héroe, compañero en otro tiempo de Hércules, y poseedora la sazón de invencible arco y flechas de éste, se dirigía a Troya con los demás griegos, cuando en la Isla de Crisa, donde se detuvo la expedición para celebrar un sacrificio, fue mordido en un pie, en castigo por haberse acercado a la víbora que, oculta, custodiaba el descubierto recinto sagrado de la ninfa tutelar de la isla.

La expedición llegó después a Troya; a Filoctetes le empeoró la herida y, en vista de los terribles gritos que profería por causa de ésta y por el hecho de que el ritual prohibía que las personas que tuvieran ciertas lesiones presenciaran los sacrificios y libaciones a los dioses, por consejo de Ulises lo sacaron del campamento y lo dejaron abandonado en la isla de Lemnos donde pasaría casi diez años, mientras que se luchaba en torno a Troya.

Capturado Heleno, el adivino troyano, éste reveló que la ciudad no sería tomada más que con el arco de Hércules, que ya una vez la había conquistado cuando era rey Laomedonte.
Como Filoctetes era poseedor de dicho arco, Ulises viose en la necesidad, acompañado de Neoptólemo, de ir a buscarlo a la isla para llevarlo a Troya.

Aquí se inicia la tragedia de Sófocles, que fuera representada en el año 409 antes de Jesucristo.

Ulises llega a Lemnos en compañía de Neoptólemo, hijo de Aquiles Y Deidamia, quien fuera educado en la corte de licomedes, su abuelo materno, rey de Sciros, hasta la muerte de su padre. Ulises alecciona al muchacho para que con engaños, arrebate el arco de Hércules que obra en poder de Filoctetes.

El muchacho, formado en un hogar donde siempre ha imperado la verdad, se resiste a hacer uso de las malas artes, pero en cambio se ofrece a llevar a Filoctetes por la fuerza si éste se resiste.

Ulises sabe que Filoctetes aun estando herido será muy difícil de vencer, pues, posee el arco de Hércules que lanza flechas certeras que ante sí llevan la muerte, por lo cual insiste en que Neoptólemo debe hacer uso de la astucia antes que la fuerza para no arriesgar el éxito de la misión.

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Ulises se retira para no ser visto mientras el hijo de Aquiles va en busca del desvalido. Si Filoctetes no cae en la trampa, Ulises enviará un espía disfrazado de marinero par que avale las mentiras con que se embaucará al amigo de Hércules.

Neoptólemo se entera por Filoctetes que este pasa la vida en la isla solo y apartado de todo el mundo, entre abigarradas e hirsutas fieras, atormentado a la vez por los dolores y el hambre, y lleno de irremediables inquietudes, sólo el indiscreto eco de la montaña que repercute a lo lejos, contesta a sus amargos lamentos.

Para ganarse la confianza de Filoctetes, Neoptólemo comienza a injuriar el nombre de Ulises a quien acusa de haberse posesionado de las armas de su padre, Aquiles, cuando éste murió a causa del flechazo que Paris le lanzó: Neoptólemo simula despedirse diciéndole a Filoctetes que se dirige a su patria, Sciros, para guardarse de todo contacto con los infames atridas, Filoctetes le ruega entonces que lo lleve con él.

Neoptólemo acepta y, cuando están por salir de la cueva en que vive Filoctetes, aparece un Mercader, que no es otro que el espía enviado por Ulises.

Este informa al hijo de Aquiles estar enterado de una comitiva que integran Fénix el viejo, los hijos de Teseo y Ulises, ha salido en busca de un tal Filoctetes, a quien han jurado persuadir con razones, para que regrese a Troya.

Informa además que aquellos están dispuesto a llevarlo a la fuerza si éste se niega Neoptólemo, que ya reconoció la verdadera identidad del Mercader, finge sorprenderse ante aquella noticia. Interrogado por el hijo de Aquiles del porqué de aquella obstinada búsqueda, el Mercader solicita discreción a ambos por lo que va a decir: …

“Yo te diré todo esto, ya que parece que no lo sabes. Había un adivino de noble origen, pues era hijo de Príamo y tenía por nombre Heleno, que habiendo salido una noche solo, fue cogido por ése que está acostumbrado a oír todo dicterio denigrativo e insultante, o sea, el doloso Ulises; y llevándolo atado, lo presentó en medio de los aqueos como excelente presa.

Ese les hizo toda suerte de predicciones, y les dijo que nunca destruirían la ciudadela de Troya si no sacaban a éste (Filoctetes), persuadiéndole con razones, desde esta isla en que habita ahora.

Y apenas oyó el hijo de Laertes decir esto al adivino, prometió a los aqueos que les pondría delante a este hombre (Filoctetes), que llevaría él. Creía apoderarse de éste (Filoctetes) de buen grado, y si no cediera, a la fuerza; y ha puesto su cabeza a disposición del que se la quiera cortar, sino lo logra.

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Ya lo sabes todo, hijo; y te aconsejo que te vayas pronto, llevándote a todo aquél por quien tengas interés.
Después de escuchar al Mercader, Filoctetes pide a Neoptólemo que apresure la partida; pero como el dolor del pie herido se le agudiza, se dispone a dormir un momento, pues, es la única forma en que el dolor se le calmará.

Antes de dormirse hace entrega de su arco al muchacho luego de arrancarle la promesa de que lo proteja aun con su vida. Cuando despierta, Filoctetes nota algo extraño a Neoptólemo; Éste se halla arrepentido de haber engañado a aquel pobre hombre que ya parece un cadáver.

El muchacho confiesa la verdad de su misión, lo cual enardece al desvalido Filoctetes.
Neoptólemo no puede evitar sentirse triste ante aquellas desgarradoras palabras, y, cuando parece que va a desistir en su propósito, aparece Ulises para evitar que le sean devueltas las armas a Filoctetes.

Este indignado y furioso ante la figura del hombre que ha sido su perdición, lo llena de insultos llamándolo asqueroso y embustero. Ulises se defiende alegando que siempre ha sido un hombre justo y piadoso.

Ambos argivos parten dejando a Filoctetes a su suerte; Neoptólemo no pierde las esperanzas de que mientras los marineros preparan la nave para partir, Filoctetes cambie de opinión.

Pero el que cambia de opinión en Neoptólemo, quien apresuradamente regresa a la cueva para devolverle sus armas al héroe caído en desgracia. Canos son los esfuerzos de Ulises por detenerlo.

Filoctetes duda de la veracidad del hijo de Aquiles, pero se convence cuando aquél le devuelve su arco y sus flechas. Es entonces que Ulises trata de llevarse a Filoctetes por la fuerza, pero éste lo amenaza con el arco; la oportuna intervención de Neoptólemo evita la muerte de Ulises, pues, el hijo de Aquiles le sujeta la mano impidiéndole disparar.

Neoptólemo reprocha a Filoctetes su terquedad y lo culpa de estar en esa situación.
Filoctetes insiste en no ir a Troya y ruega a Neoptólemo que cumpla su promesa de llevarlo a su casa, en la meseta del Eta, donde lo debe estar esperando su padre, Peante, Neoptólemo, que es un hombre de honor, le dice que cumplirá su promesa y se dispone a llevarlo, a pesar de saber que los argivos tomaran represalias contra su vida.

Filoctetes comprende entonces toda la grandeza que posee aquel valeroso joven en su corazón, y, dando un vuelco inesperado se decide a partir a Troya.
En ese instante aparece Hércules quien lo detiene.

Prometiéndole a Hércules obedecer su mandato, ambos héroes parten rumbo a Troya. Aquí culmina la tragedia; pero el lector se queda sin saber que sucedió después, de ahí la importancia de recurrir a la mitología para indagar cuál fue el destino de los personajes aquí mencionados.

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En cuanto a Filoctetes, éste intervino decisivamente, matando a París quien lo desafió. Fue uno de los héroes que se introdujo en el famoso caballo de madera construido por Epeo. Como aún no estaba curado de su úlcera no osó volver a su patria después de la guerra de Troya; fue a Calabria donde levantó la ciudad de Petilia siendo curado por Macaón, hijo de Esculapio y hermano de Poladiro.

Se cuenta entre los famosos argonautas que acompañaron a Jasón a capturar el ¨Vellocino de Oro. Neoptólemo, caída Troya, invadió el palacio de Príamo; mató a vista de éste, a su hijo Polites; luego al miso Príamo; precipitó desde lo alto de las murallas al pequeño Astianacte, hijo de Héctor y Andrómaca.

También es él quien se encarga de dar muerte a Polixena a quien degolla sobre la tumba de su padre en un acto de inmolación. A la hora del reparto del botín, se le concede como premio a la viuda de Héctor, Andrómaca, de quien tuvo tres hijos: Moloso, Pérgamo y Píelo.

Murió en Delfos de una puñalada que le asestó Maquero.
El cuadro de los sufrimientos físicos del héroe y el de sus tormentos morales, aún más agudos cuando cree que Neoptólemo lo ha engañado, hacen de “Filoctetes” el drama del dolor por antonomasia.

Resumen en video

Análisis literario de la obra

Filoctetes viene, simplemente, como una ayuda más para la conquista de Troya. Ni llega a intentar la lucha: antes, en un sacrificio de los expedicionarios, sufre una herida infecciosa, sus compañeros son incapaces de soportar su hedor, queda abandonado en la isla desértica de Lemnos. ¡Él, un aspirante a héroe, tiene limpia la espada, no ha matado a nadie y, sin embargo, se convierte en un tullido miserable del que todos huyen! ¿Cuál es su pecado?

Es el resentimiento, que es también, como cualquier otra pasión, un pecado del alma. Hay otro ejemplo de estos héroes que no han vertido sangre: el de Áyax, que en la tragedia de este nombre, de Sófocles, llega a suicidarse porque no ha recibido, como sin duda merecía, las armas de Aquiles a la muerte de éste. No ha sido un exceso pasional con derrame de sangre, ha sido el dolor de un alma que se ha sentido herida. Un invento de Sófocles, invento perspicaz de alguien que conoció el interior del hombre.

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